Los anillos de la boda iban en una vaca de peluche y no encontraba un cencerro a la medida justa. Un día mi marido fue a casa de sus padres que siempre tuvieron vacas y le dije que les preguntara por si acaso había alguno por algún rincón y así fue había uno que llevaba 20 años guardado así que os imagináis como estaba pero bueno un poco de paciencia, lija, dremel y cocacola y a listo para lucirlo y que suene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario