Manos a la obra, cinta de cantear, cúter, plancha y poca cosa más se necesita. Bueno paciencia para hacerlo como Dios manda. La plancha ha de estar a 180 º máximo (dos estrellas o puntitos de temperatura). Ponemos la cinta sobre el canto del tablero y si no queremos estropear la plancha cubrimos con un folio mismamente. Apoyamos la plancha y vamos dando calor a la cinta para que el pegamento actúe. Al terminar pasamos un trapo seco apretando por si acaso no hubiera quedado algún sitio bien pegado y luego con ayuda del cúter quitamos el exceso.
Laborioso pero quedó bien.
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