Pues nada a desmontarlo y ver cómo lo hacemos. La base la limpié porque venía paja pegada y le pegué un papel que imita hierba. Luego con la trasera lo que hice fue cortar unas tiras y darles un poco de forma para que los laterales del corral no fueran rectos del todo. Cerrando en un lateral puse una especie de pilar que traía el pesebre, lo tumbé y quedó a una altura perfecta. Y en el otro extremo con poliespán hice una especie de muro y la cancilla.
En un rincón preparé con cartón y poliespán una especie de cocina de piedra donde colgué un caldero para que cocinen, coman y se calienten los pastores. Solo falta comprar alguno decente y quedarán perfectos aquí en el corral. Con los trozos que han sobrado del pesebre algo más pensaremos para aprovecharlos.
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